Cuando Dios aún vivía , nadie
habría pensado poner en duda la literatura,
institución providencial. Ocupaba un sitio inmutable, como
la Monarquía, el Ejército, la Iglesia o el
Negocio, en la jerarquía de la Creación.
Mallarmé es el primero en plantear esta pregunta
todavía de actualidad: "¿Existe algo
así como la literatura?". Es cierto, un relámpago
absoluto había quemado sus cristales; tras él,
volver atrás resulta imposible. Desde que él
decidió escribir para arrojar el Verbo a una aventura de la
que no se regresa, no hay escritor, por modesto que sea, que se
arriesgue en un libro sin arriesgar la Palabra con él. La
Palabra o el Hombre: todo es uno.
Jean-Paul Sartre